Un informe elaborado en 2017 por el Consejo Internacional para la Exploración del Mar recomendó a la Comisión Europea prohibir la pesca de la sardina en aguas del Cantábrico, Portugal y Golfo de Cádiz durante 2018 por la preocupante situación biológica de la especie. Incluso sugería el cierre de la pesquería durante 15 años para garantizar su supervivencia.
Dada la importancia económica y social de la pesca de la sardina, los Gobiernos de España y Portugal presentaron a la Comisión Europea un plan de gestión de la sardina ibérica. En marzo, la Comisión aceptó el plan con el requisito, para evitar el cierre, de lograr una recuperación anual de la biomasa de al menos el 10 por ciento en la población de esta especie. El plan estará vigente desde 2018 hasta 2023.
Este plan de gestión incluye medidas como el establecimiento de vedas temporales para la recuperación de juveniles, moratorias, tallas mínimas, limitaciones de desembarques semanales de capturas para conseguir el máximo valor del producto y refuerzo de controles.
Además, se realizarán investigaciones científicas para la evaluación y el seguimiento de las medidas acordadas. Así, en el caso de España, al menos en 200 mareas habrá científicos embarcados. En el caso de Portugal, en otras 400.
El plan permitirá a España y Portugal unas capturas anuales de 14.600 toneladas en 2018, de las que 7.300 podrán ser capturadas hasta finales de julio. Las 7.300 restantes, en todo o en parte, estarán supeditadas a que una evaluación previa del Consejo Internacional para la Exploración del Mar confirme, con los datos de las campañas de esta primavera, que la biomasa ha tenido una recuperación del 10 por ciento respecto a los niveles de 2017.
De estas cantidades, un 33,5 por ciento corresponden a la flota española, 4.891 toneladas, y 9.700 toneladas a la flota portuguesa. Este cupo ha sido asignado atendiendo a criterios históricos.
España es el país que más sardinas consume de la Unión Europea, un consumo 18 veces superior al de Francia, que ocupa el segundo lugar, según datos de la propia Comisión Europea.