Con la marea
Cambio de arte en el muelle pesquero de Castro Urdiales.

El sector pesquero registra el doble de accidentes graves

Los accidentes laborales en el sector pesquero de Cantabria casi duplicaron el año pasado a los ocurridos en el resto de actividades económicas, con una mayor incidencia de accidentes graves y mortales. La flota cántabra cuenta actualmente con 132 barcos en los que faenan unos 825 tripulantes, y está dominada por el segmento de las artes menores.

Las cifras las ha dado Juan José Sota, consejero de Economía, Hacienda y Empleo del Gobierno de Cantabria durante la presentación de la «Guía de vigilancia de la salud en el sector pesquero». La guía ha sido elaborada en común por técnicos en prevención de riesgos laborales de los institutos de seguridad y salud laboral del País Vasco, Asturias, Galicia y Cantabria.

Después de destacar «las dificultades y la dureza del trabajo en el mar», y sobre todo en el norte de España, por sus condiciones meteorológicas adversas, Sota ha asegurado que el conocimiento de las técnicas preventivas «nunca es demasiado».

El sector de la pesca destaca por tener los índices de incidencia más altos en accidentes, especialmente en lo que se refiere a los accidentes graves y mortales, por lo que Sota ha defendido la necesidad de una estrategia «específica» que sirva para adoptar medidas preventivas que mejoren las condiciones de trabajo. Cualquier herramienta que se ponga al alcance de los pescadores con el fin de disminuir la siniestralidad «es enormemente oportuna y muy necesaria», ha asegurado.

El consejero de Economía ha calificado este manual como «muy especializado», con protocolos médicos para hacer frente a los riesgos y para vigilar la salud en cada uno de los puestos de trabajo en el sector pesquero, con la participación de médicos y personal sanitario de las cuatro comunidades autónomas del Cantábrico. Esto «garantiza una perspectiva amplia en los temas que aborda», ha afirmado.

La flota ha tenido que transformarse muy rápidamente para lograr eficiencia y rentabilidad en su actividad diaria

Por su parte, Jesús Oria, consejero de Medio Rural, Pesca y Alimentación de Cantabria ha definido el sector como un gran «motor de empleo» en las comarcas costeras de Cantabria. Tanto de forma directa, la actividad “propiamente extractiva”, como de las derivadas de ella: la transformación, el transporte o la comercialización. Oria ha asegurado que esta actividad «conlleva riesgos», especialmente por la «hostilidad» del medio en el que se desarrolla, y que según las estadísticas registra un índice de incidencia de accidentes que actualmente duplica el índice de incidencia medio del total de actividades económicas.

«Se trata de un sector que, además, ha sufrido drásticos cambios en poco tiempo, debiendo ajustarse de forma rápida a las nuevas políticas europeas». Esto ha supuesto un cambio importante en la flota, que ha tenido que «transformarse para lograr eficiencia y rentabilidad en su actividad diaria», ha remarcado Oria.

La flota cántabra cuenta actualmente con 132 barcos en los que faenan unos 825 tripulantes, y está dominada por el segmento de las artes menores, de los barcos de cerco. En su conjunto produce un gran impacto económico en la Comunidad por las grandes costeras que realizan en el caladero del Cantábrico Noroeste, en especial las costeras del bocarte, del verdel y del bonito.