La herramienta, creada por el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria, se ha aplicado en las tres zonas de especial conservación del litoral cántabro: las dunas de Liencres y estuario del Pas, las dunas del Puntal y estuario del Miera y las marismas de Santoña, Victoria y Joyel.
Tras simular diferentes escenarios hidrodinámicos y utilizar un modelo de transporte de partículas, el proyecto CleanLICs realizó muestreos de campo para validar los resultados teóricos.
Como era de esperar, las zonas de mayor acumulación de basura marina se encuentran en las curvas y quiebros de los ríos que implican una reducción de la velocidad de la corriente, así como en las desembocaduras, sobre la punta de los arenales que forman los sistemas dunares.
Por otro lado, se ha observado un papel importante de la vegetación de las marismas en la retención y acumulación de basura marina.
Sin embargo, y tal y como ocurre globalmente, la basura marina se encuentra prácticamente en todas partes, ya que todas las zonas analizadas contenían basura marina, con una media de entre 1-1,5 residuos por metro cuadrado.
Mucha de la basura tiene su origen en los materiales arrojados a las aguas residuales domésticas que son arrastrados por los ríos
Según José Antonio Juanes, catedrático de Ingeniería Hidráulica de la Universidad de Cantabria, el 80 por ciento de los elementos encontrados son plásticos, concretamente fragmentos de plástico menores a 2,5 centímetros, seguidos por elementos higiénico-sanitarios como bastoncillos de algodón o toallitas higiénicas. Mucha de esta basura proviene de los materiales arrojados a las aguas residuales domésticas que son arrastrados por los ríos.
Para Andrés García, investigador de IHCantabria, el modelo que han desarrollado permite establecer las zonas de mayor acumulación de basuras en los márgenes de los tres estuarios analizados. «Esta herramienta constituye un primer paso a la hora de poder disponer de un modelo que permita definir de una forma precisa cuáles son las zonas donde existe más probabilidad de encontrar estas basuras marinas», asegura.
La identificación de cómo y dónde se depositan las basuras servirá para evaluar la amenaza que estos residuos suponen para este tipo de hábitats y para la salud humana. Asimismo, permitirá diseñar planes de limpeza más eficaces de las zonas afectadas.
El proyecto CleanLICs, financiado por la Fundación Biodiversidad-ECOEMBES para la lucha contra las basuras marinas, ha sido desarrollado por el Instituto de Hidráulica Ambiental de la Universidad de Cantabria.