Con la marea

La tecnología decidirá la frescura de la merluza de pincho

El Centro Tecnológico AZTI, FEDEPESCA y la Nueva Rula de Avilés han presentado recientemente los resultados de un proyecto para la categorización objetiva de la frescura de la merluza de pincho en primera venta.

Todavía en desarrollo, se quiere así disminuir el número de reclamaciones que se producen por diferencias de criterio dentro de la propia lonja y aumentar la confianza de todos los agentes.

El objetivo del proyecto ha sido el desarrollo y validación de una metodología para la categorización objetiva de la merluza, en primera venta, que permita reducir la subjetividad propia de la evaluación sensorial humana.

Se ha desarrollado un modelo para la determinación de la frescura con un sensor que no causa daños en el pescado. En un futuro, la idea es integrar este modelo en un sistema portátil de bajo coste que permita al operario, con una medida, tener el dato objetivo de frescura de la merluza en caso de discrepancias.

En el desarrollo del proyecto se ha utilizado espectroscopía de infrarrojo, una tecnología ideal para este proceso por ser una técnica no destructiva, que proporciona resultados inmediatos y fácil de utilizar, que podría permitir, en un futuro, la determinación de la calidad comercial del pescado en lonja, y ser así una herramienta de apoyo para los expertos.

El primer paso del proyecto definió la ficha de atributos para la clasificación de calidad de la merluza de pincho para la lonja de la Nueva Rula de Avilés. Una vez establecida y consensuada la ficha de calidad por los expertos, AZTI procedió a establecer la metodología para la toma de datos, la creación y validación de modelos para clasificar las merluzas entre las tres diferentes categorías: Extra, A y B. Para «enseñar» al modelo a clasificar correctamente, ha sido necesaria la colaboración de los expertos de la Rula de Avilés que categorizaron previamente todas las muestras medidas basándose en la ficha de calidad definida.

El proyecto fue presentado el pasado mes de febrero a los compradores de la Rula de Avilés que lo recibieron con buenas críticas, y coincidieron en la importancia de tener una categorización clara y definida para disminuir el número de reclamaciones y aumentar la confianza de todos los agentes.