Con la marea

Los plásticos invaden los fondos marinos de toda Europa

Oceana ha encontrado residuos plásticos a lo largo de Europa, incluyendo el Atlántico, el Báltico y el Mediterráneo, en áreas de hasta mil metros de profundidad. El máximo que alcanza el robot submarino de la organización de conservación marina. Estos hallazgos concuerdan con otras investigaciones, que han hallado plásticos en zonas inexploradas a varios miles de metros bajo la superficie.

En el Día Mundial de los Océanos, Oceana ha dado un toque de atención sobre la creciente cantidad de plásticos que afectan a especies de profundidad vulnerables. Por cada plástico que se ve en la superficie, hay decenas de ellos en los fondos marinos. Oceana ha documentado numerosos casos en expediciones por toda Europa, y revelado la verdadera magnitud de un problema que suele pasar desapercibido por las dificultades tecnológicas para explorar estas zonas.

«El mayor impacto de la basura en el mar es el que no vemos: los microplásticos y la contaminación de las profundidades. Muchas personas se preguntan qué pueden hacer para preservar los océanos, y todos tenemos un papel: los gobiernos deben limitar la producción y los ciudadanos, reciclar y reutilizar los utensilios de plástico para que no lleguen a las playas, el estómago de los peces o frágiles hábitats de profundidad», explica Lasse Gustavsson, director ejecutivo de Oceana Europa

«Las aguas profundas esconden una valiosa biodiversidad y no podemos permitirnos destruirlas», afirma.

Las aguas profundas albergan algunos de los hábitats y especies más vulnerables debido a factores como su lento crecimiento, como sucede con los corales, o su limitada descendencia, como es el caso de los tiburones de profundidad.

Un pulpo ha encontrado refugio en un viejo neumático arrojado al mar.
Oceana Europe

Los residuos plásticos provocan graves daños a los organismos marinos y al ecosistema oceánico en general. Al desmenuzarse en trozos pequeños, las micropartículas de plástico entran en la cadena alimentaria, con efectos que aún deben estudiarse más, explica la organización conservacionista.

Es más, los plásticos llegan a nuestros pulmones y nuestras mesas, ya que los microplásticos están presentes en el aire, el agua y los alimentos, con efectos todavía desconocidos para nuestra salud. Así lo asegura la Comisión Europea.

Cada minuto se adquieren un millón de botellas de plástico en el mundo y cada botella tarda unos 450 años en desintegrarse. Se estima que cada año hay más de 5 billones de fragmentos de plástico flotando en el mar, con un peso superior a las 250.000 toneladas. Cada año llegan a los océanos 8 millones de toneladas de plásticos.

Oceana ha valorado positivamente, en el Día Mundial de los Océanos, la propuesta de la Comisión Europea de prohibir determinados productos de plástico de un solo uso con el fin de frenar el aumento de la basura marina.

De hecho, la Comisión quiere que su propuesta llegue al Parlamento Europeo y al Consejo para su adopción antes de las elecciones de mayo de 2019.

Imágenes de fondos marinos transmitidas por un robot submarino.
Enrique Talledo / Oceana Europe

Entre las medidas más llamativas que quiere implantar la Comisión, está la prohibición de comercializar productos de plástico de un solo uso cuando haya alternativas disponibles y asequibles.

La prohibición se aplicará a los bastoncillos de algodón, los cubiertos, los platos, las pajitas, los agitadores de bebidas y los palitos de globos de plástico, que deberán estar fabricados exclusivamente con materiales más sostenibles. Los recipientes de bebidas de un solo uso de plástico solo podrán comercializarse si sus tapas y tapones permanecen unidos a ellos.

En el caso de los artes de pesca, que suponen el 27 por ciento de toda la basura que se encuentra en las playas, la Comisión se propone implantar sistemas de responsabilidad de los productores de los artes de pesca que contengan plástico

Así, estos fabricantes tendrán que sufragar los costes de la recogida de residuos en las instalaciones portuarias receptoras y los de su transporte y tratamiento. También deberán correr con los gastos de las medidas de sensibilización.