La determinación de la biomasa se ha obtenido tras los análisis realizados por investigadores de AZTI de los datos obtenidos durante los 32 días que durado la campaña JUVENA 2017. La campaña se ha realizado en su mayor parte en el mes de septiembre, a bordo de los buques oceanográficos «Emma Bardán» y «Ramón Margalef», pertenecientes a las flotas de la Secretaría General de Pesca y del IEO, respectivamente.
La estimación, ligeramente superior a la de 2014, que se situó en 724.000 toneladas, pronostica una buena campaña de pesca para el año que viene y confirma el excelente estado de esta pesquería tras su recuperación después del colapso que motivó su cierre a principios del siglo XXI.
La campaña JUVENA 2017 tiene como objetivo determinar la abundancia y distribución en el Golfo de Vizcaya de los juveniles de anchoa, estudiar su estado y analizar los factores ambientales que pueden afectar a su supervivencia, todo ello orientado a predecir la cantidad de anchoas que alcanzarán la edad adulta el año próximo. La abundancia de anchoa juvenil se emplea como índice de reclutamiento (pesca) en el modelo de evaluación del sistema de gestión de la anchoa.
Para localizar la anchoa juvenil se emiten ultrasonidos al mar hasta los 400 metros de profundidad y se realizan pescas durante el recorrido de los buques oceanográficos
Los datos recogidos por AZTI nos sitúan ante un escenario favorable de cara a la costera de la anchoa de 2018, por lo que es de esperar que el TAC (Total Admisible de Capturas) se situará en un valor próximo al de este año: 33.000 toneladas.
Tanto la estima de la abundancia como la localización de la anchoa juvenil se obtienen mediante la combinación de técnicas acústicas y pesqueras. Se realiza una emisión de ultrasonidos al mar hasta los 400 metros de profundidad. La magnitud del eco determina la abundancia relativa. Y las pescas realizadas durante el recorrido permiten determinar la distribución de especies pelágicas, así como su condición biológica. La anchoa juvenil se ha localizado principalmente fuera de la plataforma continental, siendo el tamaño medio de los juveniles de unos seis centímetros y medio.
«La importancia de la campaña radica en que solo a través de una gestión sostenible es posible garantizar la supervivencia de la especie y el futuro de la actividad económica que genera esta pesquería», ha señalado Bittor Oroz, viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno vasco. Una actividad, subraya, que «solo en Euskadi, emplea a más de 3.500 personas tanto en el sector pesquero como en la industria conservera y alimentaria».
La colaboración durante más de 30 años entre científicos, administraciones y pescadores ha permitido preservar los recursos marinos para las generaciones futuras
Según Rogelio Pozo, director de AZTI, «estos datos son el resultado de la colaboración durante más de 30 años entre científicos, administraciones y pescadores» que ha permitido, asegura, «crear una sólida estrategia de gestión global, lo que contribuye a una pesca responsable y sostenible en aguas del Golfo de Vizcaya, así como a preservar los recursos marinos para las generaciones futuras».
La campaña de juveniles de anchoa JUVENA se complementa con la denominada campaña Bioman, también llevada a cabo por AZTI, que calcula la biomasa reproductora de anchoa en primavera en el Golfo de Vizcaya por el método de la producción diaria de huevos.
Los datos recabados en la campaña JUVENA 2017, liderada por AZTI y financiada por el Gobierno vasco, la Unión Europea, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y el Instituto Español de Oceanografía, permiten efectuar recomendaciones a las autoridades pesqueras sobre la Total Admisible de Capturas (TAC) de anchoa para la temporada venidera. La evaluación final del estado del stock será realizada por el Consejo Internacional del Mar (ICES/CIEM).