El verdel es una especie de gran importancia para los pescadores del Cantábrico, que lo pescan con redes o artesanalmente mediante anzuelos que utilizan un hilo rojo a modo de señuelo. Su llegada cerca de la costa cantábrica, como siempre sin avisar, marca el comienzo de una de las tres costeras más importantes del año.
El verdel es un pescado de los denominados azules, aunque muestra un característico brillo verde (de ahí su nombre) del que todavía se desconocen muchos de los detalles de su vida y viajes.
Puede llegar a vivir más de 15 años, recorre miles de millas marinas para alimentarse y reproducirse, y viaja formando cardúmenes que pueden alcanzar varios kilómetros de longitud. Es un pez rápido, que puede nadar a 4 kilómetros por hora, y los ejemplares más grandes llegan a los 70 centímetros de longitud.
Es una especie pelágica, es decir, vive en la columna de agua del océano pero sin asociarse con el fondo marino. Habita cerca de la superficie en aguas de la plataforma y el talud continental -una zona submarina entre los 200 y 4.000 metros de profundidad- y a profundidades de menos de 200 metros.
Se alimentan a base de una dieta muy variada de pequeños peces y crustáceos.
Su vida se desarrolla en el Atlántico Nordeste desde África a Noruega (aunque también habita en el Mediterráneo y en el mar Negro), donde los adultos se concentran sobre todo a lo largo de dos zonas para hacer la puesta de primavera: en las aguas españolas del Norte, especialmente en el Golfo de Vizcaya, y al suroeste de Irlanda e Inglaterra.
Después, durante el verano y el otoño, migran al mar del Norte para seguir alimentándose. Durante el invierno volverán a descender hacia aguas irlandesas, escocesas e inglesas, y cerrarán el ciclo bajando de nuevo a las zonas de puesta durante la primavera.
La época de reproducción se concentra en los meses de marzo y abril en el Cantábrico y cada individuo es capaz de poner cientos de miles de huevos que eclosionaran en un máximo de diez días.
Las larvas de verdel nacen con un tamaño diminuto. Sin embargo, crecen a un ritmo muy rápido en su primer año de vida, llegando a alcanzar los 22 centímetros durante ese periodo. A medida que van creciendo, los peces jóvenes se irán acercando a la superficie en busca de alimento y protección. Los peces jóvenes se quedan en las zonas de cría hasta que alcanzan la madurez sexual, momento en el que seguirán los movimientos migratorios de sus congéneres.
Sus migraciones se cree que están asociadas con las corrientes del talud continental y por la temperatura. Los peces adultos parecen evitar las aguas con temperaturas menores de 8,5°C y comienzan su viaje hacia el Sur cuando el agua baja a esa temperatura en el mar del Norte.